ESTA ENTRADA LA HEMOS ELABORADO CON LA INFORMACIÓN QUE HEMOS ENCONTRADO EN EL BLOG DE Pedro Navareño Pinadero ("Reflexiones educativas" ."Educational reflections". "To learn reflecting")
Este mensaje lo he recibido de Rafael Medina y deseo compartirlo con todos vosotros, pues es tan sencillo y tan profundamente verdad que su fuerza merece la pena tenerla presente para reflexionar sobre educación. Se oye tanto y se puede leer tanto sobre la dificultad de enseñar a determinados alumnos, cuando en realidad también tendríamos que hablar de nuestras limitaciones como profesionales, que encontrar un texto de un presidente de una república (Uruguay), es decir un político, hablar de este modo tan sensato y lleno de verdad que merece la pena ser leído. Cuando lo recibí el comentario que me surgió fue este: Realmente me parece que el texto es todo un ejemplo de lo que a mi me gustaría que pensaran los dirigentes que toman las decisiones que me afectan. El texto es realmente sabio, quizá lo pienso porque ya a mis años solo encuentro placer en el aprender, el leer y el compartir.
JOSÉ MÚJICA.... dijo:
Ustedes saben mejor que nadie
que en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer.
Dicen que la gente que trota por
la rambla, llega un punto en el que entra en una especie de éxtasis donde ya no
existe el cansancio y sólo le queda el placer.
Creo que con el conocimiento y
la cultura pasa lo mismo. Llega un punto donde estudiar, o investigar, o
aprender, ya no es un esfuerzo y es puro disfrute.
¡Qué bueno sería que estos
manjares estuvieran a disposición de mucha gente!
Qué bueno sería, si en la
canasta de la calidad de la vida que el Uruguay puede ofrecer a su gente,
hubiera una buena cantidad de consumos intelectuales.
No porque sea elegante sino
porque es placentero.
Porque se disfruta, con la misma
intensidad con la que se puede disfrutar un plato de tallarines.
¡No hay una lista obligatoria de
las cosas que nos hacen felices!
Algunos pueden pensar que el
mundo ideal es un lugar repleto de shopping centers.
En ese mundo la gente es feliz
porque todos pueden salir llenos de bolsas de ropa nueva y de cajas de
electrodomésticos.
No tengo nada contra esa visión,
sólo digo que no es la única posible.
Digo que también podemos pensar
en un país donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas, elige
un auto chico en lugar de un auto grande, elige abrigarse en lugar de subir la
calefacción.
Despilfarrar no es lo que hacen
las sociedades más maduras. Vayan a Holanda y vean las ciudades repletas de
bicicletas. Allí se van a dar cuenta de que el consumismo no es la elección de
la verdadera aristocracia de la humanidad. Es la elección de los noveleros y
los frívolos.
Los holandeses andan en
bicicleta, las usan para ir a trabajar pero también para ir a los conciertos o
a los parques.
Porque han llegado a un nivel en
el que su felicidad cotidiana se alimenta tanto de consumos materiales como
intelectuales.
Así que amigos, vayan y
contagien el placer por el conocimiento.
En paralelo, mi modesta
contribución va a ser tratar de que los uruguayos anden de bicicleteada en
bicicleteada.
LA
EDUCACIÓN ES EL CAMINO
Y amigos, el puente entre este
hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación.
Y miren que es un puente largo y
difícil de cruzar.
Pero hay que hacerlo.
Se lo debemos a nuestros hijos y
nietos.
Y hay que hacerlo ahora, cuando
todavía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades
nunca vistas de acceso al conocimiento.
Yo me crié con la radio, vi
nacer la televisión, después la televisión en colores, después las
transmisiones por satélite.
Después resultó que en mi
televisor aparecían cuarenta canales, incluidos los que trasmitían en directo
desde Estados Unidos, España e Italia.
Después los celulares y después
la computadora, que al principio sólo servía para procesar números.
Cada una de esas veces, me quedé
con la boca abierta.
Pero ahora con Internet se me
agotó la capacidad de sorpresa.
Me siento como aquellos humanos
que vieron una rueda por primera vez.
O como los que vieron el fuego
por primera vez.
Uno siente que le tocó en suerte
vivir un hito en la historia.
Se están abriendo las puertas de
todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición, todas
las revistas científicas y todos los libros del mundo.
Y probablemente todas las
películas y todas las músicas del mundo.
Es abrumador.
Por eso necesitamos que todos
los uruguayos y sobre todo los uruguayitos sepan nadar en ese torrente.
Hay que subirse a esa corriente
y navegar en ella como pez en el agua.
Lo conseguiremos si está sólida
esa matriz intelectual de la que hablábamos antes.
Si nuestros chiquilines saben
razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena.
Es como una carrera en dos
pistas, allá arriba en el mundo el océano de información, acá abajo
preparándonos para la navegación trasatlántica.
Escuelas de tiempo completo,
facultades en el interior, enseñanza terciaria masificada.
Y probablemente, inglés
desde el preescolar en la enseñanza pública.
Porque el inglés no es el idioma que hablan
los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo.
.....(Genial)
No podemos estar afuera. No
podemos dejar afuera a nuestros chiquilines.
Esas son las herramientas que
nos habilitan a interactuar con la explosión universal del conocimiento.
Este mundo nuevo no nos
simplifica la vida, nos la complica...
Nos obliga a ir más lejos y más
hondo en la educación.
No hay tarea más grande delante
de nosotros.
José Mujica
(Presidente de Uruguay)
Anécdota
Este tipo es increíble. Días
atrás el periodista radial de una radio de la Capital Federal, llamado "Negro Oro",
hablando con "Teté Coustarot", quien contaba que estaba comiendo en un pequeño
restaurant de Colonia, cuando se apareció "el Pepe" con su mujer, en SU VW
escarabajo del 81.
Todo el mundo asombrado (menos los del restaurant, pues son
concurrentes periódicos) Habló con todos. Todos los respetaron cuando
almorzaban y al irse, sacó su billetera y pagó como uno más. Teté llamó al mozo
que la estaba atendiendo y le preguntó cómo es que le cobraban al Presidente de
la República. A lo que el mozo le contestó: si no lo hacemos, nos mata y no
viene más.
Pensá además que de lo que ganan él como Presi y su
mujer como funcionaria, le donan el 70% a su partido. Cuando le preguntaron
porqué, porque le debo a mi partido lo que soy y es Norma. Además si hasta hoy
pude vivir con $4.000 uruguayos y ahora entre mi Sra. y yo llegamos a los U$s
7.000 por mes.
¿Para qué queremos más?