Esta
reflexión que vamos a realizar, con la ayuda del historiador Jean Chesneaux, trataremos de exponer y desvelar
algunas peculiaridades del oficio del historiador. Podemos decir que, por
desgracia, algunos historiadores se han
encontrado a sus anchas entre las ″gentes de arriba″, borrando de la
memoria a los verdaderos protagonistas de la historia, otros historiadores han querido reparar este
olvido y negligencia, y para ello, están realizando esfuerzos para ″ampliar
el campo″ de estudio de la historia
″hacia
abajo″, para que las masas
populares que realmente son las que hacen la historia, ya sea viviéndola,
o cuando la alteran con sus acciones, recuperen su lugar en la historia.
Es imprescindible que el nuevo historiador, el historiador
independiente tome conciencia de que la historia no debe funcionar
solamente en interés del poder y de las clases dirigentes, en definitiva,
de las ″gentes de arriba″.
Nos encontramos con un panorama desolador
que se manifiesta en una doble injusticia, ya que sucede que los excluidos del
proceso de decisión política, son por ello mismo los que también son ″excluidos
de la historia″. Nos referimos a ″los marginados y los rebeldes″ de
todo género; a la masa de los trabajadores y de la gente sin más. En esta
historia burguesa han sido excluidas también las mujeres, presentes siempre en
papeles secundarios, a la sombra de los grandes hombres.
Completaremos
esta breve meditación, con unos conocidos versos
de Bertold Brecht, en los que nos señala que ″nada
en historia se hace sin las masas″, de una forma elocuente y
comprometida:
«Preguntas de un
obrero ante un libro»
Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó?
En los libros
figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron
los reyes los grandes bloques de
piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿quién la
volvió a construir otras tantas? ¿En qué casas
de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en
que fue terminada la Muralla china
¿adónde
fueron los albañiles? Roma la Grande
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares? Bizancio, tan cantada,
¿tenía sólo palacios para sus habitantes? Hasta
en la fabulosa Atlántida,
la noche en que el mar se la tragaba, los
habitantes clamaban pidiendo ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro
conquistó la India.
¿Él solo?
César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe
II lloró al hundirse
su flota. ¿No lloró nadie más?
Federico
II venció en la guerra de los siete años.
¿Quién la
venció, además?
Una victoria
en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran
hombre cada diez años.
¿Quién
pagaba sus gastos?
Una
pregunta para cada historia.